Había una vez, un conejo que veía al campesino que a diario iba al campo a trabajar. Con su machete tiraba árboles, yerbas para poder sembrar, al otro día los alcanzaba parados y un día el campesino se subió en un árbol para ver por qué sucedía algo raro y de pronto salió un conejo saltando y cada salto que daba las yerbas se paraban y el campesino se bajó para preguntar y el conejo dijo: no me mates y te regalo este loro para que te metas con toda tu familia en una caja porque lloverá mucho y el loro te avisará cuando dejará de llover. Al terminar la tormenta Dios vio que no había muerto toda la gente y mandó a investigar con una chuparrosa y preguntó quién había salvado esa familia y mandaron a traer el conejo y como agradecimiento Dios lo subió lo más alto, hasta llegar a la Luna en donde quedó marcado para siempre.
La leyenda del conejo (náhuatl)